miércoles, enero 30, 2008

No se.

No tengo mucho para darte.
Quizás alguna que otra esperanza conservada en formol.
Ahogada por el paso del tiempo.
Algunas venas que aún no hayan sido cortadas, algún alcohol que no quemo las heridas, no se.
No tengo mucho para darte, solo un amor infinito y tres años de no saberlo.
Algún que otro sueño que espera ser rescatado,
Que espera sentirse útil, al menos una vez.
Algún que otro suspiro que se calla en el nombre de mi compañero de escuela.
Alguna que otra lectura que me hace acordar a vos, y a tus palabras.
Y a tu otro yo escritor.
Y a ese lápiz, y a ese papel que me hace amarte.

Estas perdido? Déjame encontrarte!
Dime adonde quieres ir, adonde debo llevarte.
Jamás pensé que te hablaría en este modo,
Pero sí, quiero seguirte, ahora que se esta acabando todo, y que el tiempo se nos escurre de la manos.
Lo que parece el final es un buen momento para comenzar de cero.
Pero con la ventaja de ya saberlo todo.

Y…si lo pienso dos veces digo: ¿por qué no?

No tengo mucho para darte, ahora que lo pienso…no tengo nada.
Ya lo he entregado todo.
Pero no estoy triste, no.
Estoy tranquila.
Perdí cualquier cosa que podría quedarme, lo perdí todo.
Ahora solo me queda ganar.

Queres ser mi compañero de juego?

María Sofía Borsini – Miércoles, 30 de enero de 2008.

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