domingo, noviembre 18, 2012

De eso hablábamos cuando hablábamos de paz.

Demasiada paz para llenar este minúsculo espacio
llamado habitación.
Demasiado espacio con cosas que no son cosas 
y con cosas que preferiría no tener que recordar
en el mayúsculo espacio de esta alma-habitación.

Demasiados demasiados 
y aires tensos.
Demasiadas cosas-gente y palabras que no sirven.
Demasiado café sin gusto a nada
y más cosas que se cierran.

La noche anoche estuvo tranquila
creo que de eso era que hablábamos 
cuando hablábamos de paz.

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