jueves, diciembre 06, 2012

The Progress (1)

Siempre le gustó codearse con vaginas poderosas.

Y cuando supo el apellido de ella, pensó que podía ser para siempre.
Pero se equivocó.

A los 4 meses se cansó de ella y de sus olores.
Al año no tuvo ningún dilema en lamer otros labios.

Fue entonces, cuando supo que tan poderosa era.
Y ya era demasiado tarde para volver atrás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ja! Fantástico... enhorabuena !!!