jueves, abril 17, 2008

Tranquilidad.

No me digas lo que dicen todos.
Si vas a ser uno más, entonces, no seas Nadie.
Necesito cambios bruscos.
Ya me harte de los mares calmos.
Estoy aborrecida de tranquilidad, Rebalsada de ella.
Se me escapa por los costados, se me sale por los orificios y rajaduras de la piel.
Se me se dispersa por los ojos, la boca y la nariz.
Me chorrea del pelo, de los brazos y de la punta de los dedos.
Se me resbala por las piernas y se me cae de los pies al caminar.
Tranquilidad no, por favor, ya tuve bastante.
Tranquilidad, no quiero, ya no me cabe más.

En mi vida no hay finales de capítulos.
Solo un archivamiento letal en la memoria, para seguir leyendo más tarde.


María Sofía Borsini.

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