lunes, noviembre 26, 2007

Partir.

Ojala fuera tan fácil dejar partir tus manos, dejarlas partir y ya.
Decirle adiós a esos dedos tan perfectos, y creer, aunque sea sólo por medio minuto creer, que no los extrañaría.
Pero cada vez me es más difícil engañarme.
Y debe ser por eso que no puedo soltar tus ojos.

Tus ojos! Tus ojos!
Esa mirada que habita en tus ojos!
Tan azules, tan profundos, tan inmensos!
Si tuviera que describirte solo eso te diría, y así estaría diciendo todo.
Mar, habita el mar en tus ojos.
Mar, me haces acordar tanto al mar!
Mar, si, mar! Que palabra tan perfecta! Y que bien combina con tu nombre!

Tu nombre! Otra palabra perfecta! Palabra que repito, insensatamente!
Siete letras que me han arrancado cualquier cordura que podía quedarme.
Y que bien que se siente, estar en la nada!
Porque lo se, ya lo he perdido todo, pero estoy tranquila, ya nada tengo por perder.

Y morir, si, morir, porque se que ni viviendo por ti siquiera, conseguiría que regreses!

María Sofía Borsini – Lunes, 26 de noviembre de 2007.

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