sábado, octubre 06, 2007

Hola, mi ángel.

Estaba durmiendo en una de esas noches en las que no esperaba que pasara nada, como en tantas otras.
Como en todas las noches de mi vida.

Y entonces, sonó el celular…

¿Quién podría ser a esta hora?
Sinceramente, no lo sospechaba, no me lo esperaba.

-Hola, mi ángel. (Era un ángel, definitivamente era un ángel)
-Hola, como estas?
-Bien, ahora que escucho tu voz, mejor.
-Me alegro.

(Silencio)

-Soy feliz y por culpa tuya, te quiero.
(No pude resistir a mi genio, tenia que decírselo)
-Yo también, sabes?
-No, no sabía.
-No lo sabías?
-Vos nunca hablas.
-Estoy enamorado. (Shock!)

(Silencio. Rotundo, dulce, interminable y perfecto silencio)

-No me vas a preguntar de quien?
-No podría imaginarlo, de quien?
-De vos. (Otro shock!)

(Otra vez, silencio, más rotundo, más dulce, más interminable y más perfecto que el anterior)

-Me voy a dormir, te extraño.
(Demasiada perfección en la realidad por hoy)
-Besos, cuando quieras.
-Pronto.
-Sí, pronto.
-Te amo. (Tenía que decírselo, tenía que hacerlo)
-Yo también.
-Vos también que?
-Yo también te amo.

(Corto)


Listo, ahora puedo morir en paz.
Ahora soy feliz.


María Sofía Borsini - Domingo, 10 de junio de 2007

No hay comentarios: